El cristal templado es un tipo de vidrio que ha sido sometido a un proceso de tratamiento térmico para aumentar su resistencia y durabilidad.

Algunas de las cualidades destacadas del cristal templado son las siguientes:

Resistencia a los impactos:

El cristal templado es mucho más resistente que el vidrio común. Su proceso de templado hace que sea aproximadamente cinco veces más resistente a los impactos y a la presión. Esto lo convierte en una opción segura y confiable, especialmente en aplicaciones donde la resistencia a roturas es esencial.

Resistencia al calor:

Otro de los beneficios o ventajas del vidrio templado frente al vidrio común es que no absorbe el calor. Debido a esto es más recomendable como material porque ayuda a mantener una temperatura más estable. Esta característica también implica que su resistencia térmica es mayor, siendo de 250 º entre sus caras, por lo que es mucho más resistente.

Resistente a la presión:

Por último, otra de sus múltiples ventajas es la resistencia a la presión. El cristal templado resiste 170 kg de carga concentrada con una deflexión de 70mm, y tras ello, recupera su forma y estado original. Es decir, que el vidrio templado, no solo resiste a una presión ejercida por una carga muy pesada, sino que, tras ella, es capaz de recuperar su forma.